Nada más absurdo y tedioso que dedicar tiempo a un plan que nunca se va a ejecutar. Escribir nuestras intenciones puede ser útil como ejercicio de catarsis, pero nunca como un ejercicio de planeación en el que buscamos cambios relevantes en nuestra organización y el entorno ¿Cómo mantener un plan vivo, útil, relevante y trascendente en nuestra organización?

El T-MEC es el nuevo acuerdo comercial entre México, Canadá y Estados Unidos que sustituye al TLCAN; entró en vigor el 1 de julio del 2020. Entre los compromisos firmados existen cambios importantes en las regulaciones que deben seguir empresas y gobierno, el no hacerlo además de cerrar el acceso a nuestras exportaciones puede traer multas y otras sanciones para la empresa.

El CEO en su rol de gestor de cambios se enfrenta a la batalla entre mantener el rumbo de la operación, entender los giros del entorno y las nuevas reglas del juego y lograr que su organización se adapte rápidamente a las nuevas formas de hacer las cosas. Generar grandes ideas, no es suficiente, los verdaderos cambios son generados desde la Dirección y están acompañados de una estrategia y un plan.

Continuamos con los casos en los que el entretenimiento puede darnos interesantes lecciones relacionadas con los negocios, algunas de ellas relacionadas con el modelo de gestión, la forma en que conducimos a nuestros equipos, el espíritu de emprendimiento o la misma personalidad del CEO…

La industria del entretenimiento ha reflejado en muy diferentes circunstancias la realidad de las finanzas, los negocios y la vida de los CEO’s desde diferentes ángulos; además de largas y nutritivas horas de entretenimiento, los casos reflejados en las siguientes producciones nos dejan algunas lecciones dignas de tener a la mano:

Tenemos todos claro que nuestra primera responsabilidad como CEO’s es mantener el crecimiento de la compañía con finanzas sanas, otorgando certidumbre a los stakeholders con relación a cada decisión y paso que tomamos, sin embargo, también pesa sobre nosotros una responsabilidad moral relacionada con los valores, la razón de ser de la empresa y la visión que llevó al o los fundadores a emprender e invertir en la compañía.

El cambio, bien orientado, es una necesidad en los negocios; el cambio, por sí mismo, es una necedad. En un entorno de negocios en el que los cambios se dan a gran velocidad, en donde el papel de la tecnología ha funcionado como un catalizador que atropella las prácticas tradicionales de negocios, es una responsabilidad del CEO tener muy claro hacia dónde dirigir la evolución de la compañía y evitar caer en la tentación de generar cambios sin un rumbo claro o que respondan a una clara necesidad de mercado.